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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido su derecho a levantarse de la reunión y abandonar la conferencia de presidentes ... cuando el lehendakari y el presidente de la Generalitat hablaban en euskera y en catalán, respectivamente. «No tengo por qué aguantar» la «farsa del pinganillo», ha asegurado al término del encuentro de los líderes autonómicos. «Tengo la libertad para manifestar lo que no me parece bien», se ha reivindicado. «Usan las lenguas para dividirnos», ha reprochado.
Según la dirigente del PP, la «maniobra del pinganillo», que ha calificado como una «farsa» buscaba «hacernos sentir extranjeros en nuestra propia casa». A su juicio, el Gobierno trata de mostrar una España «plurinacional» que desde su óptica »no existe«; nación solo hay una, ha recalcado.
«Considero que es un disparate hablar en español en el pasillo durante el café y luego ponerse un pinganillo para tratar aquí los temas de todos los españoles», ha señalado. »No todo vale«, ha dicho para »no molestar« a las fuerzas independentistas. Ayuso ha justificado su desplante como un gesto en defensa de la unidad de España.
Sobre el incidente con la ministra de Sanidad, Mónica García, la líder madrileña se ha escudado en que Mas Madrid llamó a los dirigente del PP en Madrid «asesinos». «Eso no es respeto institucional», es «hipocresía institucional», ha señalado. «Con darle la mano sobraba», ha rematado.
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