Los soníos negros de Tomás de Perrate

Así, con estas premisas, Tomás fue hilvanando la historia de su familia, es decir, la historia de los gitanos de Utrera, remontándose hasta mediados del siglo XIX. Entre anécdotas, infundios y realidades, surgieron personajes tanto de su familia, como vecinos de su tierra de Utrera. Historias para reír y pensar, pero sobre todo para reivindicar su origen gitano y negro, aunque en realidad, como decía Lorca, gitanos somos todos, todos los andaluces, por el hecho de serlo, tenemos sangre gitana en nuestras venas.

Discurso sincero y enriquecedor, bajo un cultismo popular, que fue alternando con su cante exclusivo, rebosante de graves y, lógicamente, de sonidos negros. Tomando como base su último trabajo discográfico 'Jolifanto'. De modo que, desde un comienzo, fue «tomaseando» por bulerías de su tierra, con el impagable cuplé que las define; una soleá, que definió como africana; un par de letras por seguiriyas de su abuelo, Manuel Torre; y terminó con la chacona que abre el disco 'Tres golpes', de 2022. Todo esto apoyado tan solo por el compás de una caja de ritmos y un par de elementos percusivos, tocados por el mínimo en directo.

Traer a Perrate a Granada es un acto de justicia. Nadie ha reparado en él. Siempre se barajan los mismos nombres. Desde hace mucho tiempo se configura como uno de los cantaores imprescindibles de nuestra generación y últimamente, como decimos, una pieza clave en la reivindicación de la negritud, junto con Faustino Núñez y Raúl Rodríguez, no solo en el flamenco sino también en la sociedad andaluza del siglo XIX y principios del XX. Agradecemos al Centro García Lorca, y a Laura como responsable de tal institución, haber contado con Tomás de Perrate para ilustrar los 600 años de presencia de los gitanos en Andalucía.